22 de diciembre de 2010

Una noche de las que merecen la pena



Llevo cuatro días buscando fotos o/y vídeos que me ayuden a documentar esta entrada, y a hacerla más precisa. Sin éxito. Me tendré que limitar a reproducir el texto con el que relaté, en un foro, un programa de conciertos que me dejó tremendamente satisfecho, y orgulloso de haberlo presenciado

Fabulosa velada anoche en La Casa de los Jacintos: abrió Burro Ácrata, que no es otro que Olaf de Los Caballos de Düsseldorf, manipulando sus cacharros y ampliando su biblioteca habitual con fondos de teclado muy melódicos, sobre los que descansaban sus chirridos y sus tic-tacs. A continuación, Elke Pooloola (personaje de la escena ruidosa madrileña que se desdobla como Krapoola), extrañamente disfrazado, irreconocible, rompió unas naranjas sobre el escenario y empezó a desplegar un rollo de cinta metálica (¿cobre?), armando un estruendo monumental mientras atravesaba toda la sala. Al lado del pasillo, temí por mi integridad física y tuve que luchar a patadas contra las olas de cinta que venían hacia mí. Performance muy conseguida, que acabó con el artista tumbado en un colchón trasparente, como de alambres. Completando el cartel triple, el dúo de encapuchados Snakebraid se hicieron acompañar al armonio de quien les precedió, para ellos ocuparse de lo que parecía una sierra y de barrer el suelo con unas campanitas en el extremo de sendas cuerdas. Inquietante. Eso, en su primera pieza. En la segunda y última, sentados a una pequeña mesa, enfrentados, cada uno con una fila de campanitas delante, y recordando a una partida de ajedrez rápido, o a una confrontación de trileros, dieron una demostración de ritmo haciéndose valer del sonido de los instrumentos al posarse tras haber sido alternativamente levantados, y a veces hechos sonar. Fascinante combinación de lo visual y lo musical.

Chapeau por quien programara la iniciativa, y escogiera además este icomparable y entrañable marco para ello


Ps: ya no voy solo a los conciertos. El amigo Gorio ha vuelto a España y a Madrid, y se ha traído toda su iniciativa y buen gusto

2 comentarios:

  1. ahora si!
    que buenos recuerdos me ha traido esta entrada, no sabía que continuaban programando cosas en este antro tan entrañable. aquí pude disfrutar de un maravilloso concierto de sandro perri hace unos años y me quedé impactado con el lugar.

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  2. ¡Sandro Perri allí! Qué suerte ... yo pude verlo en un auditorio gigante, él sólo con una acústica, y quedó la cosa muy desangelada, además de sosa. ¡Nos vemos, Hugo!

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