Eat Skull son un quinteto de Portland que publica en Siltbreeze, sello norteamericano admirable y digno de ovación. El otro día, el miércoles, exhibieron en Nasti un tremendo, divertido y peligroso colocón. Sin pudor: hubo una caída, supongo que dolorosa, contra un bordillo, bailes y revolcones entre el público, una cara especialmente desencajada, falta de acuerdo a la hora de empezar una canción, una vuelta de campana para pasar del escenario a la pista, tropiezo y tirada de un monitor cuando uno de ellos iba andando hacia atrás, ... y para colmo, los elementos tampoco acompañaron: una silla se rompió bajo el peso del percusionista, un micrófono se bajó durante una canción, y hubo que cambiar un ampli estropeado sobre la marcha
Pero que los árboles no nos impidan ver el bosque: tocan muy bien, suenan potentes y nítidos, lo suyo es destartalado pero apoyado en el talento y la inteligencia, su estilo es atrevido, descarado e inspiradísimo, y saben mezclar bien dentro de su sonido - hubo noise más y menos melódico, lo-fi y no, arty por momentos, e incluso sobresalieron con un no-wave machacón. Tienen imaginación y son muy frescos. Lo mejor del festival
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